Friday, December 09, 2005

AÑO 2006 Acerca de J.L.Borges (Por Andres Gomez Bravo, Edgardo Garrido, Joel Zilahy)

Waldemar Verdugo,
EL LAZARILLO DE BORGES, por Andrés Gómez Bravo, Chile.













Diario "La Tercera", Chile, 2005.




Entrevista a WALDEMAR VERDUGO FUENTES
por Edgardo Garrido Braña, España, 2004.

-Premio Crónica Histórica de Chile 2003: “Santiago de Chile es lo más original posible. No nos afecta en nada los inmigrantes, y sólo deseamos que cada uno encuentre aquí lo que busca”.

-El escritor chileno Waldemar Verdugo Fuentes tiene varios libros publicados en México donde está incluido en el estricto ARTES e HISTORIA. Es suya la responsabilidad del estilo de redacción de la primera edición de nuestra revista en idioma español, que lo llevó a trabajar casi una década en nuestras oficinas en la Ciudad de México y luego como corresponsal en viaje. Desde 1983 también ha colaborado como escritor independiente en EL MERCURIO y revista CARAS de Chile, donde tiene su hogar. En su propio país, en 2001 el Consejo del Libro y la Lectura le otorgó el Premio Ensayo a su obra “Gabriela Mistral y los Maestros Revolucionarios”, y hace unos días obtuvo el Premio Anual de Crónica Histórica 2003 otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, motivo que me ha llevado a conversar con él aquí en Santiago de Chile.

Le pregunto acerca del significado de esta distinción y nos dice:

-Waldemar Verdugo Fuentes: Es un estímulo, y un enorme orgullo el que en tu propio país reconozcan tu trabajo junto a personalidades tan ilustres de la cultura chilena como son Fernando Emmerich, con una larga y muy respetada trayectoria literaria y docente en la Universidad Federico Santa María, y Dante Montiel Vera, de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía y director del Archivo Bibliográfico y Documental de Chiloé, Décima Región chilena. Mi trabajo estimulado por el premio se llama "Crónicas de Antarktos", que suma tres crónicas acerca de la Antártica chilena.
-¿Qué influencia ha tenido el continente Antártico en la vida común de los chilenos?
-Waldemar: Ha sido una influencia vital, porque la vivimos desde que nacemos hasta el fin. No es una casualidad que seamos el país con mayor presencia en la Antártica, porque siempre fuimos pioneros en la zona unida al sur de Chile en forma natural desde que se tiene uso de razón, lo que es histórica y moralmente una responsabilidad para nosotros porque representa el ser custodios de la mayor reserva de agua limpia que tiene nuestro planeta. Desde que Chile tiene memoria escrita se ha protegido la zona hasta la firma del Tratado Antártico Internacional, que en realidad tiene su base en un documento redactado por chilenos y donde se rescató nuestra experiencia de ser los vecinos naturales del continente blanco.Su Majestad el Rey Don Juan Carlos de España, que visitó la Antártica Chilena hace unos días, retornó especialmente grato del desarrollo que han logrado en Villa Las Estrellas, que es una pequeña comunidad asentada en la Antártica.

-¿Qué significado especial tiene para vosotros esta población de nacionales viviendo entre los hielos?
-Waldemar: Son nuestros adelantados pero son también mucho más: Villa Las Estrellas representa en su medida el esfuerzo de toda la raza para vencer los obstáculos de asentar nuestra humanidad en un medio inhóspito. Es una parte del pueblo chileno que vive en extrema dureza climática en ciertas épocas del año, pero que ha logrado salir adelante: como observó el Rey Juan Carlos, y usted mismo junto a la prensa que acompañó la comitiva: es una pequeña ciudad de avanzada con su oficina de gobierno, policía, escuela pública, correo, banco, construcciones habitacionales, mercado, salas de recreo, bodegas, hay teléfono público y están conectados a Internet que es gratuito para la población; existe todo lo necesario para la subsistencia de un poblado que en Las Estrellas lo forman poco menos de treinta familias, muy felices en esta ocasión por la visita del Rey Juan Carlos, acompañado por el presidente Ricardo Lagos y cerrando la visita de cuatro días del Rey a Chile. Debido a que esta entrevista será leída en España debo decir que felicito al pueblo español por contar con el rey más ágil que existe, nada que ver con otras rígidas cabezas coronadas de Europa. El Rey Juan Carlos desafío el clima y se embarcó en el avión Hércules de la Fuerza Aérea chilena desde Punta Arenas, uno de los asentamientos urbanos más australes del planeta, y llegó sin novedad a Villa Las Estrellas donde lo recibió una sensación térmica de 12 grados celsius bajo cero y con la luz del día eterna que en esta época del año la claridad dura las 24 horas. Recorrió junto al presidente Ricardo Lagos a bordo del buque Aquiles de la Armada chilena todo un día el estrecho de Magallanes, la única conexión natural entre el Océano Pacífico y el Atlántico en el continente americano. Entre el buque Aquiles y las bases en los hielos nuestro Presidente y el Rey de España subían y bajaban en helicóptero; ambos son hombres muy fuertes, pero al Rey se le vio especialmente diestro en su desempeño en acciones peligrosas, como la bajada desde el helicóptero a los hielos, sorteando con absoluta precisión cada obstáculo que se le presentó, especialmente en su exploración a la isla Livingston, donde siguió en un rompehielos luego de despedirse del presidente Lagos: claro que las destrezas del Rey Don Juan Carlos en base antártica española corresponde que sean rescatadas por periodistas como usted que le acompañaron en su comitiva.Así es, y fue una experiencia fenomenal que narramos en su momento y aún no terminamos de asimilar. Aquí en Santiago, lo comentamos con otros periodistas españoles, uno se lleva sorpresas desde que cruzamos la cordillera de los Andes, puro hielo eterno impresionante, uno piensa que es imposible un lugar poblado y de repente se aparece entre las rocas y la nieve la ciudad más moderna de América, especialmente por las sólidas construcciones que suben a la cordillera y bajan hacia el mar, con los edificios comerciales con varios pisos bajo el nivel del suelo que existen en toda la ciudad.
-Para un escritor chileno, nacido en Santiago como usted, ¿qué significa vivir en la capital chilena hoy día?
-Waldemar: Para cualquier chileno Santiago es la raíz, la ciudad mayor, no importa del lugar del país que vengas o incluso aún más allá de nuestras fronteras, de los otros países andinos, donde la capital chilena siempre ocupó un sitio aparte, otra realidad mejor posible, porque, piense usted, estamos tan lejos de todos, que llegar a Santiago siempre fue una empresa terrible, debiendo antes cruzar las cordilleras más altas posibles, el desierto más árido, los hielos impenetrables antárticos o el mismo océano Pacífico, que de “pacífico” no tiene nada; no existe otra capital más remota y eso nos ha obligado a volcarnos más en nosotros mismos, a crear nuestros propios mitos y vivir nuestros propios sueños, no otros inventados o extranjeros, con nuestros propios esquemas de construcción adecuado al sitio geográfico que ocupamos y en Santiago es lo más original posible......
- Con un río que la cruza y dos montes en el centro...
-Waldemar: ...dos cerros históricos en realidad, el San Cristóbal y el Santa Lucía, a cuyos pies fue fundada la ciudad oficialmente en 1541, aunque nosotros tenemos asentamientos humanos en el centro de Chile que se remontan a épocas anteriores a Jesucristo. Santiago, de hecho, está fundada sobre uno de los asentamientos humanos más antiguos de la humanidad. Las excavaciones realizadas en la construcción del ferrocarril urbano del área central de la ciudad mostraron la presencia de ocupaciones de comunidades humanas que se remontan en término medio al año 300 antes de Jesucristo; son abundantes fragmentos de cerámica oscura de gran belleza, su indicador más característico es la cerámica con decoración en fondo negro, rojo y/o blanco sobre salmón, además de un tipo de cerámica roja englobada de características muy finas; algunos incisos y otros de decoración con hierro oligisto son los más antiguos y se remontan al año 600 antes de nosotros, y corresponden a grupos de gran movilidad y adaptación multiecológica ubicados arqueológicamente inmediatamente antes de la Tradición Bato, un asentamiento humano perteneciente al periodo denominado agroalfarero temprano de Chile central. El río Mapocho que cruza Santiago son aguas que bajan de la cordillera de Los Andes y desembocan en el mar, son aguas oscuras por lo torrentosas que arrastran los minerales de la roca andina y las especies de algas únicas que cobija y sirven de alimento a las gaviotas y otras aves marinas que viven normalmente en los cielos a lo largo del río hasta el mar. El trazado original de Santiago tiene la forma de un tablero de ajedrez que se va agrandando hacia los lados, subiendo a la cordillera y bajando al mar, y hacia adentro, porque la construcción subterránea es tradicional, por varias razones, antes que nada climáticas porque aquí son muy marcadas las cuatro estaciones y la construcción protegida por la roca andina hace posible enfrentar las temperaturas extremas.
-La construcción de la ciudad, prácticamente colgando de los Andes, debió requerir una fuerza enorme de imaginación y mano de obra.
-Waldemar: En Santiago antiguo la obra colonial más grandiosa fue la que se hizo para emprender la titánica tarea de contener las salidas del río Mapocho con tajamares y un sólido puente de albañilería de 8 arcos, llamado de Calicanto, ubicado frente a la calle Puente; su trabajo se inicia en 1767 y demora 13 años su construcción. En 1780 llegó a la capital don Joaquín Toesca, el más ilustre arquitecto que trabajó en América Hispánica durante fines del siglo XVIII, quien construyó la Casa de Moneda y permaneció en Santiago creando toda una escuela de diseño; las más importantes obras de Toesca y sus discípulos, que hermosearon la ciudad con una arquitectura culta, de sobrio y sencillo estilo neoclásico, fueron el Palacio de La Moneda -el mayor edificio neoclásico de la América Colonial- inaugurado en 1805, las fachadas y torres de la Iglesia Catedral (1785), la Iglesia de La Merced (1795), la Iglesia de Santo Domingo (1808) y el edificio de la Real Audiencia (1808), que es el actual Museo Histórico Nacional. En este contexto urbano se gesta la Independencia Nacional el 18 de setiembre de 1810. La primera reforma urbana que se realizó fue construir el paseo de la Alameda de las Delicias, actual Avenida Libertador Bernardo O'Higgins, sobre un cauce del río Mapocho y reforestar la ciudad con álamos y otras especies chilenas de árboles como araucarias. En 1872, es nombrado Intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna, un hombre preclaro en la historia de la cultura chilena, quien acomete la primera remodelación urbana de la ciudad: transforma el cerro Santa Lucía en el paseo público que es hoy y crea el primer servicio de tranvías urbanos que fueron de tracción animal, realizando construcciones diversas en varios puntos de la ciudad sin interrupción durante las tres últimas décadas del siglo XIX.
-En Santiago existe una marcada influencia española dejada por Toesca y su Escuela y arquitectos anteriores y posteriores a él, sin embargo, es también muy curiosa la influencia francesa que existe en la ciudad, muy marcada, hay lugares que son muy semejantes a lo que se puede ver en París, especialmente en toda la ribera del río Mapocho, ¿es premeditada esta influencia?
-Waldemar: En efecto arquitectos franceses intervinieron en la construcción de Santiago hasta comienzos del siglo XX, algunos de ellos contratados por el estado y que al final se hicieron residentes de la ciudad, como Claude Francois Brunetdes Baines, que fundó su escuela de arquitectura y construyó, entre otros edificios, el Teatro Municipal y el Congreso Nacional, junto a Lucian Henault que también construyó el Museo de Historia Natural en 1875. El arquitecto Eugenio Giovannon construyó una de las esquinas de la Plaza de Armas, la del Portal Edwards, cuya estructura se trajo desde París. El proyecto y construcción del alcantarillado y recolección de aguas lluvias del centro de Santiago fue de la empresa francesa Batignoles Fould en 1905, y explica porqué el centro de la ciudad no sufre inundaciones a pesar de las lluvias torrenciales que se dejan caer algunos inviernos. El Museo de Bellas Artes es obra de Emilio Jecqier, quien también proyectó la Bolsa de Comercio y la Estación Mapocho antiguamente de Ferrocarriles y hoy uno de los complejos culturales más importantes de la ciudad. Los planos de la Estación Alameda de Ferrocarriles y otros edificios en Chile fueron proyectados por Gustave Eiffel, el legendario constructor de la Torre Eiffel de París. El edificio del Congreso es también de un arquitecto francés, Emile Doyere, y el Parque Forestal encargado al paisajista francés Jeorges Dubois, para conmemorar el primer centenario de la Independencia. La influencia francesa es obvia en la arquitectura de la ciudad, no sólo por los arquitectos que vinieron, también hay casos de arquitectos chilenos que viajan y estudian allá para luego aplicar aquí sus conocimientos, como Ricardo Larraín Bravo que construyó el Templo del Santísimo Sacramento, conocido como los Sacramentinos, cuya referencia es la Basílica del Sagrado Corazón de París. Ya en el siglo XX, sin embargo, la construcción de la ciudad ha estado en manos de arquitectos nacionales especialmente a partir de la década de 1950.
-Me gustaría decir que para el visitante extranjero, luego de unos días uno siente que Santiago son muchas ciudades, y si bien tiene marcados antecedentes franceses en su arquitectura, también hay rincones que podrían ser Roma, Madrid u otra capital europea. Curiosamente, a pesar de semejar una ciudad hecha de fragmentos es en general armónica; yo diría que estos fragmentos están muy bien logrados y consolidados; incluso los barrios nuevos que hemos visitado, que uno puede ser más crítico de ellos, como todas las modernas construcciones hacia el sector Oriente de Santiago, sin embargo tienen un carácter marcado y fuerte.
-Waldemar: Santiago inició el siglo XX con una población cercana a los trescientos mil vecinos: en 2004 somos unas seis millones de almas con una población flotante de varios millones más: este enorme crecimiento obligó a entrar en el último siglo del milenio con un especial énfasis en la utilización de medios modernos de construcción que permitieran utilizar el espacio y ser prácticos para la población que debía utilizar de ellos cada en mayor número, en este concepto se canalizó el río Mapocho que sigue una evolución en que hoy corre bajo sus aguas una autopista que entrará en uso este año, arrancando desde principios de siglo sus puentes metálicos y el Parque Forestal, construido en terrenos ganados al río. También con el siglo XX aparecen los tranvías eléctricos y en 1908 se inaugura la Virgen del Cerro San Cristóbal, donde se acentúa la forestación, se habilita el tren funicular y se inaugura el zoológico metropolitano. La llegada del 18 de setiembre de 1910 fue celebrada con la inauguración de varios museos, la restauración y construcción del pórtico y escalinata monumental del Cerro Santa Lucía, el hermoseamiento del Correo Central y varias plazas, monumentos y fuentes de ornato, algunos donados por las colonias extranjeras residentes. El estadio Nacional data de 1938. Con el crecimiento acelerado en las décadas de 1950 y 1960, la gran preocupación fue satisfacer la urgente necesidad de viviendas, comercio y oficinas, y para fomentar su desarrollo, se promulgan leyes que facilitan la edificación en vertical y que bonifican la edificación. Santiago se expande en todas direcciones, el Centro se reedifica en altura y profundidad en su totalidad y durante una década, la ciudad parece bombardeada por la cantidad de demoliciones y nuevas edificaciones. Este proceso acaecido fue tan radical, que hoy sobreviven en el Centro de Santiago no más de una veintena de edificios con más de 50 años de antigüedad, caso tal vez único en el mundo. El desarrollo urbano alcanzado por Santiago en las últimas décadas del siglo XX puede sintetizarse en una nueva expansión habitacional ahora horizontal en torno a la periferia, y la creación de la red vial del Gran Santiago, que el próximo año terminará de cruzar y circunvalar toda la ciudad en sus cuatro puntos cardinales con las redes del tren subterráneo y autopistas ya en uso.
-Llama nuestra atención que al igual que en Buenos Aires aquí no existe población indígena como existe en el resto de las capitales americanas. Quienes se ven con sus ropajes típicos han llegado de Ecuador, Brasil, Bolivia, Perú especialmente, muchos se dedican al comercio en centros de artesanía establecido o en las calles del centro de la ciudad. ¿Cómo afecta la presencia tan notoria de visitantes de los otros países andinos que llegan a Santiago de Chile en búsqueda de mejores perspectivas?
-Waldemar: No nos afecta en nada, y sólo deseamos que cada uno encuentre aquí lo que busca. Para nosotros, tan lejos del resto del mundo, recibir visitas siempre ha sido motivo de alegría. El hecho de tener todo lo que necesitamos para vivir sin salir de nuestras fronteras nos hizo, por tradición, más cordiales con el forastero que siempre ha sido y es bienvenido en Chile. Por cierto que hemos sufrido invasiones. Alrededor de 1444 el inca Tupac Yupanqui y mas tarde su sucesor Huayna Capac inician la Conquista Incásica de Chile, llegando hasta Santiago la influencia del Imperio, que marcó en el sitio la más lejana bifurcación trazada en el Camino del Inca. En la realidad, Chile nunca ha sido invadido más allá del río Bío-Bío, cuando los pioneros de la conquista española lograron llegar y en sus orillas dejó la vida don Pedro de Valdivia en 1550, nueve años después de fundar Santiago. De España recibimos los títulos de ciudad pero Santiago tiene un linaje cuyo origen se pierde en el tiempo. Los Incas antes que los españoles nos hicieron aportes en algunas técnicas de hilados y de cultivo y expresaron su interés en el área dejando algunos cementerios, seis fortalezas, dos tambos y dos puentes, cuatro adoratorios, tres acequias registradas arqueológica y documentalmente. Santiago tenía entonces poblaciones locales asentadas, algunas desde antes de Jesucristo, en lo que hoy son barrios y orillas de la ciudad como la Reina, Colina, Quilicura, Macul, Quinta Normal, Marcoleta, el Asiento de Maipo, Pirque, Angostura de Paine, Chena en San Bernardo, que se agregan a evidencias de los asentamientos más antiguos en lo que hoy es la Plaza de Armas y Plaza Santa Teresa (Iglesia Santa Ana) del centro de Santiago. El cronista Diego de Rosales anota que la ciudad se ubicó en el Valle de Mapocho, que propiamente se llama Mapuche, que quiere decir “gente”, de donde tomó su nombre el río que cruza la ciudad; así Rosales la cita como un “valle de gente” por la mucha que había cuando llegaron los españoles. Cuando antes los Incas invadieron fue distinto: simplemente se integraron a la población vecina de Santiago, nunca hubo guerra y por acuerdos políticos se logró administración de las autoridades incaicas y locales, hasta cuando llega don Pedro de Valdivia y en la zona habitada por la tribu Picunche a orillas del cerro Santa Lucía, funda Santiago, no sin pocos contratiempos. El asentamiento hispano en la ciudad aprovechó las estructuras preestablecidas de fortalezas, habitaciones, caminos y puentes. El terreno de Santiago estaba humana y culturalmente configurado por las comunidades antecedentes, y don Pedro de Valdivia utilizó esta ventaja. El Alarife Gamboa, que dio el trazo final a Santiago, terminó su forma de tablero de ajedrez. Sus edificios más antiguos del centro, la Catedral e iglesias evocan el modelo de ciudad europea humanista clásica, con su mejor ejemplo en la ciudad de Roma.
-Sin embargo, yo diría que es una ciudad esencialmente española, su Plaza de Armas, la solidez de sus edificios de gobierno, pero, muy especialmente las costumbres de sus vecinos, por ejemplo, no hemos visto otra ciudad en América donde los vecinos se reúnan a jugar ajedrez en lugares especialmente diseñados para ellos en las plazas públicas. La limpieza hace de Santiago una ciudad impecable. En las calles, las bellas estaciones del tren subterráneo que conecta la ciudad bajo tierra, en todos los sitios hay “tarros basureros”, como les llaman, que son retirados escrupulosamente.
-Waldemar: ¿Y qué esperaba usted?
-No una ciudad tan especial. Cuando uno viene de visitar otras capitales americanas, cuando se ha viajado en el metro de Nueva York o en el de cualquier ciudad europea, llama la atención esa pulcritud chilena, donde las calles de Santiago son lavadas todas las noches con abundante agua con detergentes. Para un europeo es legítimo sorprenderse aquí en Chile.
-Waldemar: El tren subterráneo de la Ciudad de México también es impecable, a pesar de ser la ciudad más poblada de la Tierra: yo creo que es una cuestión de costumbres. En Santiago siempre tuvimos excelentes acueductos para dirigir aguas para riego y limpieza comunal, cuyos trazados principales existían y los utilizó el Alarife Gamboa, que debió verificar los trazos en estado de éxtasis con un sitio fecundado por un río y sus afluentes que liberal reparte sus aguas por diferentes sangrías para que todos rieguen sus sembrados y limpien sus calles y viviendas. Es verdad que la viajera inglesa María Graham, a comienzos del siglo XIX también se impresionó en su visita a la ciudad anotando en su diario que la rodean la cadena de montañas más espléndida del mundo, la cordillera de los Andes con sus cimas coronadas de nieve. A María Graham llamó su atención una serie de puestos comerciales de un sector del centro que por su estilo compara con los bazares de Londres y ubica al Hotel Inglés como el mejor del Santiago de entonces. Ella anota que es una ciudad absolutamente aseada. También anota que Santiago por su modernidad se distingue de los demás bellos paisajes de Chile, en que la ausencia de conglomerados humanos imparte cierto sello de melancolía sobre la Naturaleza. Otra descripción del Santiago de inicios del siglo XIX recibimos del oficial de la marina Norteamericana Williams S. W. Ruscherberg, que en su obra “Tres años en el Pacífico” narra sus impresiones de Santiago durante su visita, y anota en 1834 que es la ciudad más limpia de toda la América del Sur: llama su atención que los vecinos tienen el lujo de contar con baños públicos y particulares. La utilización del agua en verdad se arrastra de nuestro pasado más remoto: somos un pueblo esencialmente bendecido por las aguas y naturalmente las hemos utilizado y nos ha acompañado en nuestra rutina diaria. Los modernos edificios de cómodos y amplios pisos habitaciones, las antiguas casonas coloniales del centro, sus salones altos y cielos oscuros enmaderados, patios con pasillos interiores y techos de su teja chilena, con calles anchas y bien pavimentadas, y aceras con pavimentos de granito, y por todas las calles hileras de árboles que desembocan casi siempre en una plaza pública, hacen de Santiago una ciudad bastante cómoda para vivir.
-¿Las cosas son como parecen? No vimos mendigos en la ciudad, en la céntrica calle Ahumada contamos tres: un anciano deforme que, según nos informaron, ha sido en varias oportunidades internado en hogares estatales y se escapa a su sitio en el centro; también vimos dos enfermos en su silla de ruedas conectados a un tubo de oxígeno pidiendo unas monedas para medicina: según fuimos informados eran utilizados por sus familias para recaudar fondos, y, efectivamente, en un instante se acercaron guardias a pedirles identificación y familiares de los inválidos naturalmente conducen la silla del inválido y esconden sus carteles que solicitan ayuda y desaparecen en el gentío; hay calles a ratos invadidas por comerciantes ambulantes, no son Araucanos y vienen de otros países andinos que se identifican con sus vestimentas típicas, que al anuncio de que viene la guardia desaparecen en un instante para ubicarse nuevamente cuando no hay peligro: es una ciudad bullante donde se encuentra de todo, sin embargo, ¿se podría decir que Chile es un país que está acabando con la pobreza?
-Waldemar: Nos falta mucho, por supuesto, pero las cosas en Chile son como parecen. Nuestros enfermos terminales no están muriendo por falta de medicamentos y en algunos casos específicos, como el tratamiento de varias enfermedades catastróficas es gratuito, abriéndose los consultorios a nuestros países vecinos, por el alto índice de pacientes que llegan especialmente de Perú y Bolivia. En realidad, quien llega legalmente a Chile de inmediato está resguardado por una serie de garantías que los inmigrantes buscan: escuela y alimentación gratuita los primeros doce años de estudio del niño, que son obligatorios, lo que incentiva especialmente a las familias extranjeras a emigrar al país. En los casos de atención urgente de salud, por ley todos los servicios médicos del país prestan atención de primeros auxilios en forma gratuita si el paciente no tiene algún tipo de seguro. Los hombres mayores de 65 años y las mujeres mayores de sesenta, que se encuentren sin medios, pueden acceder a una pensión de asistencia que otorga el gobierno, que maneja un amplio plan de beneficios para los más desamparados. Nuestra tasa de desempleo es del 7.4 por ciento cuando iniciamos este año 2004, lo que nos acerca cada vez más a los países industrializados. En USA la tasa de desempleo anduvo fluctuando el 6 por ciento. En la Unión Europea y países como Canadá, como debe sabe, el desempleo ha fluctuado este último año entre un 7.0 y 7.8 por ciento, con excepciones como Italia y Nueva Zelandia, donde baja del cuatro por ciento. Chile ha ratificado el acuerdo de Naciones Unidas que indica que para absorber a los que ingresan por primera vez en el mercado de trabajo y reducir el número de trabajadores pobres y de desempleados, es necesario crear como mínimo mil millones de empleos durante el próximo decenio con miras a lograr el objetivo de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas de reducir a la mitad la pobreza extrema del mundo para el año 2015. En Chile ha sido esencial la adopción de políticas en favor de los más pobres. La pobreza de recursos impide que aumente el empleo. Por falta de educación, salud y lejanía de los centros poblados más ricos, los desvalidos no pueden utilizar su propio potencial para sacar a sus familias de la pobreza con su trabajo, es así como se está dando especial énfasis en la capacitación, se ha abierto el acceso a la salud y se han tendido puentes en el amplio significado de la palabra. Las políticas en favor de los pobres deben siempre acercar a un trabajo decente, lo que significa crear oportunidades de empleo para que los hombres y las mujeres puedan obtener trabajo productivo y remunerado en condiciones dignas. La creación de trabajo implica no sólo reducir la pobreza sino también sentar las bases previas esenciales para el crecimiento futuro. La falta de oportunidades laborales para los jóvenes desencadena efectos devastadores en las perspectivas de desarrollo a largo plazo, y esa es una área en que aún tenemos mucho que hacer. Igual se ve un desarrollo en áreas fundamentales como la habitación, el vestuario y la alimentación, ¿qué le ha parecido lo que comemos?
-Gastronómicamente la ciudad es una delicia, de hecho nos habían advertido que probáramos comer en los únicos restaurantes polinesios de Latinoamérica, y lo hicimos: una experiencia aparte. Los Fast Food que nos han servido vienen de la cocina francesa, hindú, japonesa y mediterránea. Hay muy buena cocina española, alemana, italiana y practican, curiosamente, la hora del te que tomaron de los ingleses. Sin embargo, es única la propia cocina chilena a base especialmente de pescados y mariscos, entre los cuales hemos probado algunas especies únicas del país. También hay una excelente comida vegetariana. Santiago es una ciudad muy poco conocida en Europa, no existe suficiente material iconográfico ni hay aparentemente una política de difusión turística que nos incentive a visitarla. Se diría que esta inercia a captar flujo turístico es inexcusable cuando se trata de un sitio con tanto potencial. ¿Cómo se explica esto?
-Waldemar: La única explicación es que en verdad tenemos una promoción turística muy débil, no tenemos políticas sólidas al respecto, algo que el mismo desarrollo de la infraestructura turística que se realiza obligará a mejorar. Sin embargo, desde el siglo XVII Santiago ha proporcionado una interesante iconografía, parcialmente en museos extranjeros como el Plano de Santiago de 1809, y el Plano de John Miers de 1826 conservados en el Museo Británico de Londres y otros en conventos, como el Mapa de Juan Ignacio Molina de 1776, o cuyos originales se han perdido como el plano de Santiago atribuido al naturalista francés Claudio Gay, de 1831, que aparece como una obra de gran detalle por su minucioso trabajo de delimitación de las calles urbanizadas y las diversas propiedades agrícolas que circundan Santiago. Este plano grabado por Erhard y publicado en París en 1850, incorpora una representación realista de la caja del río Mapocho y los cerros que flanquean la ciudad. También José Javier de Guzmán rescata la ciudad entre los años 1834 y 1836, en verdad muchos artistas se han nutrido de la geografía natural y arquitectónica de la ciudad. El Plano Topográfico de la Ciudad de Santiago del ingeniero Mostardi-Fioretti, de 1864, muestra el dramático desarrollo extensivo de la ciudad hacia el Sur y el poniente. Las siguientes representaciones de la ciudad solo confirmarán su extensión explosiva con la segunda mitad del siglo XIX. El Plano de Ernesto Ansart, de 1875 muestra las proyecciones de extensos barrios hacia el sur de la ciudad. Históricamente hay una información importante, varios artistas se han inspirado en la ciudad y la han dibujado desde la época de la Conquista, pienso que sólo mencionar quienes lo han hecho requeriría de un espacio considerable.
-Hoy Chile parece caminar desalineado respecto de varios de sus vecinos, donde se manifiesta no solo una diferencia de estilo, también en asuntos más profundos, que genera distintos sentimientos, muchos de ellos de hostilidad. Estos días la prensa está plagada de ataques a Chile por diferentes flancos a la vez, como ha quedado en evidencia con la extrema virulencia que han tomado los reclamos bolivianos por una salida al mar y los apoyos directos o indirectos que esta demanda ha recibido. Primero del presidente de Venezuela Hugo Chávez, que "desearía bañarse en una playa boliviana"; luego de Brasil, que ha dicho que el tema es estrictamente bilateral pero que "con mucha paciencia se llegará a una solución a la demanda boliviana". La posición de Perú apoyando a Bolivia también se ha dejado sentir y también de Argentina, que recientemente reveló haber presentado junto a Brasil una propuesta para terminar las desavenencias...
-Waldemar: Chile no ha buscado distanciarse de la región, pero es claro que andamos a un paso diferente al de nuestros vecinos. Chile siempre desde que surgió Bolivia como país y aún antes en su época de asentamiento nunca ha dejado de apoyarlo: siempre hemos tenido caminos transitables para que lleguen al mar y les hemos ofrecido seguridad que en nuestro territorio siempre su tránsito sería respetado y seguro, como es. Por lo demás su estabilidad como país no tiene que ver con Chile, sino con la compleja situación interna boliviana. En relación a esa desalineación chilena que usted denuncia es verdad que existe: basta mirar la configuración política que predomina en el continente. Argentina está gobernada por un presidente de la izquierda justicialista, que en su juventud fue guerrillero montonero y que desde que llegó al poder en mayo no ha dejado de esbozar los idearios socialistas, impulsando las causas por derechos humanos, criticando a USA con especial virulencia y dando crecientes signos de amistad hacia Cuba y Venezuela. Brasil, por su parte, lleva poco más de un año bajo la presidencia de Lula da Silva, un ex líder sindical y fundador del Partido de los Trabajadores que en el pasado llamó a romper con el FMI, que hoy ha moderado su discurso pero siempre se ha enfocado en terminar con la injusticia social. Venezuela es caso aparte. Está gobernada por un ex teniente coronel que en 1992 intentó dar un golpe de Estado y hoy sólo habla de una "revolución bolivariana" para vender el cuento en su país y desviar la atención del pueblo venezolano de los enormes problemas sociales y económicos que padece, como si la gente pudiera olvidar que sufre hambre. Mientras que en Bolivia, la administración nacionalista de Carlos Mesa apenas puede conducir el país con fuerzas sociales que no quieren saber nada de la globalización, la economía de mercado, los organismos financieros y USA. Lo dramático en Bolivia es que los propios líderes sindicales se han dejado envolver en la historia de recuperar un mar que nunca tuvieron y han desviado su atención de la mayor tragedia del pueblo boliviano: su derecho a la educación. Los líderes indígenas bolivianos deben entender que la prioridad para su pueblo es exigir de sus políticos educación para todos, porque mientras no sepan leer y escribir en primer lugar, seguirán siendo utilizados.
-Chile, en cambio, se aleja de todo lo anterior. Si bien está gobernado por un presidente socialista, éste se encuentra ajeno al modelo de izquierda tradicional latinoamericana, que se ha perfilado como un socialdemócrata, apoyado por una coalición de partidos de centro izquierda que no muestra complejos al tener como principales aliados en la región a dos gobiernos de derecha, el del mexicano Vicente Fox y el del estadounidense George Bush. Con ellos comparte principios fundamentales para Chile: estabilidad política, apoyo a la democracia, economía abierta y fuertemente vinculada al exterior, con un presidente cuyo liderazgo quedó en evidencia en la reciente Cumbre de las Américas de Monterrey, cuando, en medio de toda la polémica por las declaraciones bolivianas, el presidente Lagos dio un muy sólido discurso respaldado en su seguridad de unidad en nuestro país. Chile es visto como un país que juega solo, que prefiere prescindir de la integración latinoamericana y alinearse con USA, tal como se vio durante el fuerte apretón de manos que Lagos le dio a Bush en la cumbre de Monterrey; fue el primer país sudamericano en firmar un tratado de libre comercio con Washington y ha ocupado el lado contrario a Brasil y Argentina en las negociaciones del ALCA (favoreciendo un acuerdo profundo para el 2005). A esto se suma que Santiago siempre ha rechazado la invitación de incorporarse como miembro pleno del Mercosur, prefiriendo su condición de miembro asociado.
-Waldemar: Desde su punto de vista, usted, entonces, entiende que para estos países de la región apoyar la salida de Bolivia al mar aparece como una postura contraria a los intereses de Washington, y la aprovechan, porque además en especial desvía la atención de los problemas que afligen a sus propios países. Es obvio que los diferentes momentos políticos que viven la izquierda chilena y la latinoamericana también se han plasmado en sus posturas hacia el modelo económico. Gobiernos como los de Kirchner, Chávez y Mesa no han hecho más que culpar a las políticas del Consenso de Washington (disciplina presupuestaria, liberalización comercial, privatizaciones, entre otras) de todos los males de sus países: alto endeudamiento, aumento de la extrema pobreza, cesantía. Hugo Chávez, por ejemplo, ha culpado "al neoliberalismo" como "el gran desestabilizador de la región". Kirchner ha dicho que "resulta inaceptable desde la más objetiva racionalidad insistir con recetas que han fracasado" y que "el crecimiento desmesurado de la deuda (en su país) fue consecuencia de un programa inviable, sostenido y financiado por organismos de crédito". Chile, en cambio, ha actuado de manera diferente. No sólo ha aplicado el modelo de manera ortodoxa desde la década de 1970, sino que lo ha hecho bien y ha dado excelentes resultados. Entre 1990 y 1999, Chile creció a un promedio de 6,5%, el más alto de América. Esto ha provocado que, a diferencia de lo que ocurre en el resto de la región, en Chile exista consenso acerca de la mantención del modelo y que incluso un gobernante de izquierda como Lagos no sólo continúe con él sino que lo defienda con seguridad ante el mundo. Hecho que por supuesto le ha traído críticas. Chile es un enemigo para políticos obsoletos porque su democracia representativa con economía de mercado y libertad funcionan medianamente bien en una Latinoamérica llena de fracasos. Los diferentes resultados que el modelo ha tenido en la región cuando se ha aplicado se deben a varias razones. Una de ellas es que los otros países de la región no han realizado las reformas de fondo por temor a los costos políticos asociados a ellas. Otra es que los problemas de corrupción en estos países impiden que éstas alcancen los resultados de Chile, donde, por ejemplo, no existe mercado negro ni corrupción policial, porque nuestras policías no son corruptas: cualquier persona tiene la seguridad que si ofrece dinero a un policía que nos infracciona, con seguridad se sumará a su pena el intento de soborno. También se puede deber simplemente a que en América se distinguen países con distinta disposición hacia la inevitable globalización. Así, mientras existen países como Chile o México, que se han acomodado a ella y han abierto sus mercados al mundo, también hay otros que se resisten a hacerlo, como Bolivia, Perú y Argentina que no han aceptado que para sobrevivir tienen que ajustarse, y también están los que han elegido un curso intermedio, como Brasil. El resultado ha sido que Chile obtiene beneficios inmediatos y que otros países se quedan atrás. Humanamente estas diferencias generan resentimiento hacia Chile, que ciertamente podría explotar su prestigio de una manera eficaz, en la expectativa de que el país jugara un rol más importante en temas como el desarrollo de la región, tal cual ha hecho Brasil, en que Chile puede dar buenas lecciones al respecto. Puede ser que a nuestra Cancillería le falte algo de imaginación en incrementar sus relaciones públicas, además de promoción turística, pero Chile desde siempre ha apoyado a sus vecinos cuando lo han necesitado, no es necesario recordar aquí circunstancias que lo prueban, pero históricamente siempre hemos estado. No se debe olvidar que Chile ha liderado iniciativas y ha sido impulsor del tema de la gobernabilidad regional de la OEA. Igual se sabe que tener éxito genera enemigos. Chile se acerca al mundo desarrollado y se aleja de sus vecinos no porque nosotros así lo decidimos sino porque se nos han ido quedando atrás.
-Gracias.

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“WALDEMAR VERDUGO: CHILE ES UN PAÍS DE BONDADES”
Por Joel Zilahy Bello. ARTEINC. México, 2003.


“La Escuela de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California es punta de lanza de la cultura latinoamericana donde comienza la lengua anglosajona”.

“Veinte años después de la independencia de Chile, Bolivia aún no nacía. Históricamente se la llamaba Alto-Perú, y jamás tuvo mar. Como todos los chilenos, según creo, apoyo la moción de que se ayude a Bolivia a tener su propio territorio marítimo en la frontera chilena inmediata con Perú, donde existen cientos de kilómetros que hoy son tierra de nadie por tratados antiguos que deben ser revisados entre Chile y Perú, que es quien debe también autorizar esta salida al mar para Bolivia”.

“Entre los hielos antárticos y las fosas naturales andinas, Chile tiene la mayor reserva de agua limpia del planeta, nuestro mayor bien”.

“Dedico mi premio de Crónica Histórica Chilena 2003 a los habitantes de Magallanes y la Antártica, otro mundo en este mundo.”

Nació en Santiago de Chile, donde vive, sin dejar de trasladarse a dictar su taller de letras en ciertas épocas del año a países como Guatemala, Estados Unidos o México, donde residió entre 1980 y 1990, desempeñándose como jefe de redacción de revista VOGUE y escritor independiente en Ciudad de México, lo que le permitió construir una sólida base de relación con los escritores de nuestro país, e imponer su sello propio a la primera edición en español que se hizo de la legendaria revista, donde se iniciaron autores como Truman Capote y Ernest Hemingway, y que en México en su etapa pionera de casi una década en nuestro idioma dejaron su firma escritores como Guadalupe Amor, Lorenzo Favela, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Beatriz Espejo, Tomás Pérez Turrent, Nancy Cárdenas, José Antonio Alcaráz, Sergio Romano, Carlos Monsivais, James R. Fortson, Carlos León, Alaide Foppa: la intelectual española-argentina-guatemalteca-mexicana-latinoamericana, quien luego de desaparecer misteriosamente en Guatemala se la mantuvo siempre en la lista de colaboradores, entre quienes también estaban los argentinos Tununa Mercado, Mempo Giardinelli, Luis Guillermo Piazza y David Viñas. Los escritores chilenos José Donoso y María Luisa Bombal concedieron su última entrevista formal a VOGUE en español, donde Waldemar también entrevistó a personalidades como la Madre Teresa de Calcuta, Jorge Luis Borges, Salvador Dalí, John Huston o Andy Warhol. Ha dictado clases de Literatura en el Instituto Tecnológico de Monterrey y es profesor-fundador de la Escuela de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California Norte, el principal centro intelectual que existe en toda la frontera con Estados Unidos, que desde la década de 1980 hasta ahora se ha ganado el prestigio internacional del que ahora goza. Como profesor-fundador de la Escuela de Humanidades de la UABC, comenzamos preguntando a Waldemar cómo recuerda esa época:
“Trabajando para VOGUE en ciertas épocas en California, desde Los Angeles solía viajar a Tijuana para recabar información en el mundo latino de la frontera, para lo cual habíamos abierto una sección de Tips en Baja California, lo que ya habíamos iniciado en Guadalajara con éxito. Amigos comunes nos presentaron con Gustavo Almaraz Montaño, senador de la República, que ha sido secretario de Educación de Baja California y fue el primer Director que tuvimos en la Escuela de Humanidades. Su segunda directora fue María Dolores Sánchez Soler, cuyo ímpetu siempre fue decidido a enriquecer lo hecho, donde se trataba de levantar una Escuela que preservara no solamente lo mexicano, sino lo latinoamericano en general por encontrarse justo en la frontera con el norte anglosajón, sin otro centro de estudios semejantes en todo lo largo de la zona divisoria, miles de kilómetros donde existían millones de habitantes hasta ese momento con sus hijos obligados a estudiar humanidades al otro lado de la línea, en otro idioma y, aún más, estaban obligados a leer autores norteamericanos. Tomé a mi cargo las clases de Investigación y Literatura Latinoamericana, y comenzamos de cero. Siempre recibí apoyo del profesor Rubén Vizcaíno Valencia, uno de los forjadores de la Escuela y en esa época a cargo de Extensión Cultural de la Universidad; el profesor Vizcaíno fue discípulo de Germán Liszt Arzubide y Rufino Tamayo, pero es de gran orgullo suyo el haber sido chofer de Gabriela Mistral durante la última estancia de la escritora chilena en México, cuando ya había recibido el Premio Nobel; luego estudió Derecho y Filosofía en la UNAM; es uno de los fundadores de la Universidad Autónoma de Baja California, de quien depende la Escuela de Humanidades, que es otro de los logros del profesor Vizcaíno y un grupo de maestros iluminados de la Baja California. Cuando nos conocimos con el profesor Vizcaíno, me dijo cuando llegué: “aquí tenemos los programas tomados con agujas. Necesitamos darles una costura sólida”. Fue una responsabilidad enorme y me acercó a mis propias raíces literarias, enseñé los mismos autores que aún son la base de mi taller: Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo y María Luisa Bombal. La Escuela nació con cuatro Licenciaturas: Literatura Hispanoamericana, Literatura Inglesa, Historia y Filosofía, y fue el respaldo oficial que necesitaban los estudiantes en la frontera bilingüe para acceder a las humanidades en su propio idioma. Ahora creo que la primera generación de egresados de la Escuela de Humanidades se merecieron todos por parejo un diez en su nota final, los alumnos pioneros eran todos magníficos, animosos, bien dispuestos y colaboradores, en un proyecto que se convertiría en las vidas de muchos como su razón de ser hasta ahora, porque algunos egresados son hoy quienes dan clases, con especializaciones múltiples que los hacen un excelente plantel de maestros.
.-¿Qué le parece la literatura que se escribe en Baja California?
-Es muy rica, hay muy buenos poetas, narradores y dramaturgos. Tienen excelentes revistas y fuentes literarias: una de ellas se arrastra desde 1988, la Revista de Humanidades, cuyo primer director fue Alfonso René Gutiérrez, y la inventamos con apoyo de la Escuela; recuerdo que venían en ese número artículos de Jesús Ortíz Figueroa, Ilan Stavans, Víctor Soto Ferrel, Ruth Vargas Leyva, una entrevista que Rosina Conde le hizo a Esthela Hussong, una crónica de viaje del historiador David Piñera Ramírez, un buen amigo y profesor-fundador de la Escuela; también venía una traducción de Alfonso René Gutiérrez de “Little Gidding, I”, el poema de T.S. Eliot. En ese número pionero de la Revista de Humanidades recuerdo haber publicado “La cólera de Aquiles”, un apunte para teatro. Por supuesto, la publicación señera en Baja California es “Identidad”, el suplemento cultural de El Mexicano, con casi treinta años de permanencia en el periódico de mayor tiraje en lengua española que se difunde en California; debo decir que hace unos quince años, desde el lugar de América donde he estado, he sido su colaborador, debiendo rescatar la labor del editor Eligio Valencia Roque, uno de los impulsores editoriales pioneros en esa parte tan importante para la cultura latinoamericana. Hoy, afortunadamente, es enorme el número de publicaciones culturales, de los más diversos temas, que con mayor o menor permanencia hacen de Baja California un verdadero polo cultural. Sin embargo, lo más notable es la crítica literaria, y no se diga que lo cito porque siempre me han tratado mejor de lo que merezco, pero son mejores críticos por varias razones: son casi todos escritores, con buena formación académica, bilingües, en un lugar de América con bastantes más medios de publicación que en otros sitios no existen, según he visto, y sin dudas más cerca de todo. Son críticos comprometidos con su oficio y sobresalen por sus conocimientos, como Gabriel Trujillo Muñoz que también es novelista, Sergio Gómez Montero que es un notable ensayista, o Humberto Félix Berumen que pertenece a la generación pionera de estudiantes de la Escuela de Humanidades, cuando ya entonces era un respetado líder de la cultura bajacaliforniana, donde hay excelentes escritores (sus referencias principales son Octavio Paz, José Lezama Lima y Nicanor Parra); mucho le deben a la tradición poética anglosajona (Yeats, Eliot, Pound). No puedo apenas nombrar a cada uno de ellos porque necesitaría un libro entero, sin embargo, debo citar la decidida lucha por los derechos de la mujer y los marginados en la poesía y narrativa de Rosina Conde, así como la seriedad de la obra de Patricia Vega, que es reconocida en todo México desde la década de 1990 cuando obtuvo el Premio Bellas Artes de Literatura. He leído con gusto narraciones largas de Federico Campbell, Cristina Rivera-Garza, Luis Humberto Crosthwaite, Daniel Sada, Juan Antonio Di Bella y Martín Romero. El escritor Roberto Castillo Udiarte tradujo, en 1983, la mejor antología de Charles Bukowski que tenemos en lengua española: “Soy la orilla de un vaso que corta, soy sangre”. Debo citar también a Raúl Rincón Meza, Sergio Romel, María Ediria Gómez, Oscar Hernández, Raúl Navejas, José Javier Villarreal, Elizabeth Cazzasús, Angel Norzagaray, Estela Alicia López Lomas. Con orgullo debo decir que fui amigo de “Sor Abeja”, Olga Vicenta Díaz Castro, con quien mantuvimos correspondencia durante una década, autora de “Leyendas de Tijuana”, obra que fue llevada a la televisión por la maestra Carolina Aubanel en excelentes producciones. Diría que los escritores de Baja California tienen en común la maestría formal, son lógicos en sus historias y el desarrollo de la vida de sus personajes y ricos en imágenes. Tienen a su favor vivir a orillas del mar. La literatura bajacaliforniana no es una literatura enraizada en lo fronterizo; aún cuando muchos escritores encuentran en el tema fronterizo inspiración, no es el tema principal de su creación. Es la suya una literatura forjada a la luz del trabajo nuestro de cada día: son profesores, maestras, guardias de la frontera, músicos, madres y padres que escriben su poesía teniendo como telón de fondo el punto exacto donde se juntan las culturas latina y anglosajona. Hoy, sin dudas, para cualquier estudiante latinoamericano, aprender en la Escuela de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California es un privilegio.
-Un escritor chileno como tú, con lectores en varios países nuestros, americanista, ¿cómo explica que su país le niegue salida al mar a Bolivia?
-Chile jamás le ha negado salida al mar a Bolivia; no importa el gobierno que sea, siempre ha estado dispuesto a entregar garantías para que los productos de Bolivia tengan una salida segura por un puerto chileno. Históricamente ha sido así, por la sencilla razón de que Bolivia jamás ha sido un país marítimo. Es un hecho histórico, está escrito en la piedra desde las fundaciones de los países andinos, y después en las Crónicas de los conquistadores. Bolivia nunca tuvo mar. No existe una sola referencia histórica que indique que Bolivia tuvo mar alguna vez.-¿Y por qué el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acaba de solicitar en un foro internacional que Chile restituya su mar a Bolivia? El propio secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, señaló que ponía a disposición sus "buenos oficios para promover una arreglo". -¿Restitución marítima? ¿Arreglo de qué? ¿De qué hablan? Es algo inexplicable para nosotros los chilenos la ignorancia de algunos políticos, al menos luego Kofi Annan se apuró en precisar que él no hablaba de una mediación, declarando que sólo se ponía a disposición para “promover una solución”. ¿Solución a qué? Para Chile todo es claro al respecto. En Venezuela tienen muy buenos historiadores como lo fue Antonio Arellano Hernández, que nos legó excelentes tratados de Límites en América del Sur; Hugo Chávez debía informarse de los propios historiadores venezolanos antes de expresar algo tan importante con tal ligereza. Ningún historiador venezolano, boliviano o extranjero alguno podría afirmar que Bolivia tuvo mar alguna vez. Al contrario, siempre se ha confirmado su calidad de pueblo de cordillera arriba. Por supuesto que Chile tiene en Los Andes una permanencia de pueblo marino notoriamente más antigua. Los primeros Incas llegaron a Bolivia en el siglo XII. Ya entonces existían allí los Aimaraes, que desarrollaron la elevada civilización de Tiahuanaco, a orillas del lago Titicaca, una sociedad de cultura religiosa que mantenía un intercambio comercial primitivo a manera de caravanas con pueblos de la costa frente a los Andes chilenos, donde diez mil años antes de Jesucristo existían pobladores en sitios que hoy son zona arqueológica y conservan, por ejemplo, las momias más antiguas de la humanidad, tesoros que brotan en los oasis de la zona, que siempre fueron chilenos. En 1796, al asumir el Virrey del Perú don Ambrosio O’Higgins, el saliente Conde Gil de Taboada le dice: “Quedas en Perú que confina en el Sur con el Reino de Chile”. Bolivia aún no existía. En más de tres siglos desde la conquista española, se menciona a Bolivia en las crónicas sólo como “Alto-Perú”, sin acceso al mar, como lo confirman los historiadores posteriores hasta ahora, desde André Bellessort, Federico Blanco, Luis Guzmán, Monje Ortíz Zacarías... En 1790 el rey de España trasladó el gobierno de este Alto-Perú del Virreinato de Lima, poniéndolo bajo la juridiscción de la real Audiencia de Buenos Aires. En 1806 es ocupada Buenos Aires por las tropas inglesas al mando de Beresford, lo que repudiaron todos los gobiernos andinos de la zona y, como en el caso de Bolivia, serviría como parte de su ánimo de independencia. Historiadores como Alcides Arguedas llama en 1809 a luchar por esa aspiración vaga de libertad desde el “centro del continente”, como nombra al Alto-Perú. El mismo Simón Bolívar declaró que el Alto-Perú carecía de desiertos y litoral, y tuvo que movilizarse por mar “en una escuadra que con justicia da a Chile el dominio del Pacífico”. El acta de Independencia de Bolivia está firmada por “diputados de Alto-Perú”.
Continúa diciendo Waldemar: “Apenas en 1825, cuando Chile tenía décadas de era colonial, nace “Bolivia”, según citan historiadores bolivianos como Gabriel Rene-Moreno, cayendo en el olvido su nombre de “Alto Perú”, y siendo utilizado el nuevo invocando a Bolívar. Pero cambio de nombre no significa cambio de geografía, sin embargo, los políticos oportunistas de siempre para inflamar violencia innecesaria y utilizar al pueblo cegado por el engaño, y robarles el estaño y sus riquezas minerales, porque, digámoslo, el oro blanco boliviano ha servido para crear las más altas fortunas personales imaginables, estas gentes envían cientos de personas a un territorio chileno frente a la costa y les indican: “ese mar es suyo”, eran personas que no sabían leer ni escribir, y así fue que a partir de ese año 1826, según está escrito y han rescatado historiadores ilustres como don Optaciano Villalobos Riquelme, quien me contó que ese año 1826 bajaron de la cordillera hasta la costa chilena de Antofagasta grupos exaltados de bolivianos manipulados por políticos de su propio país que los querían distraer de su pobreza, quienes les patrocinaron el viaje intentando posesión de tierra ajena; el gobierno chileno les indicó diplomáticamente que se fueran, según citan los documentos de la época; así, cuando algunos de estos afincados oportunistas entendieron que legalmente debían volver a su país, en 1879 intentaron vender en remate, y a firmas extranjeras, propiedades y sitios chilenos con miles de años de asentamiento, donde más del noventa por ciento de la población era chilena, así como sus industrias, porque otras no había; así las cosas, simplemente se les expulsó. Desde que esto ocurrió, en 1879, tomaron en Bolivia la costumbre de decir que perdieron el mar que nunca tuvieron. Esto, hasta hoy sigue siendo utilizado por los políticos bolivianos y algunos oportunistas como Hugo Chávez cada vez que quieren distraer a su pueblo de la pobreza y el atraso feroz en que viven. Bolivia es un país hermoso y muy rico dentro de sus fronteras en el altiplano, sin necesidad de distraerse en tierra ajena, el problema que tienen es su alto índice de analfabetismo porque un pueblo que no sabe leer ni escribir es fácil de manipular por los políticos de turno. Los líderes campesinos bolivianos, en vez de apoyar causas perdidas debían exigir educación para su pueblo y no dejarse utilizar.
-¿Qué solución le parece acertada para este problema?
-Chile no tiene ningún problema al respecto. Un cruce para ellos al mar por territorio chileno siempre será seguro, pero que Bolivia obtenga un acceso “soberano” al mar chileno jamás será posible. Por lo demás, siempre están las puertas abiertas, siempre será posible para Bolivia una salida al mar con propósito de transporte dentro del territorio chileno. -Artistas chilenos populares en toda América como La Ley o Los Prisioneros han pedido una salida al mar para Bolivia...-Estoy de acuerdo con ellos. Una salida al mar es distinto a una salida “soberana” al mar. Yo entiendo que los artistas chilenos son inteligentes, lo que ocurre es que en las conferencias de prensa a que están sometidos es difícil explicar bien las cosas. Los chilenos siempre hemos querido ayudar a Bolivia, nuestros caminos al mar nunca han estado cerrado para ellos ni para ningún otro país. -Se ha criticado en foros internacionales que Chile tiene sembradas de minas antipersonales su frontera con Perú, Bolivia y Argentina, para impedir la llegada masiva que se produce de inmigrantes al país desde hace dos décadas.-Es cierto que por más de tres décadas nuestra frontera estaba marcada con minas activas, pero con la firma de Chile en el Tratado de Otawa de 1997, se inició ese mismo año el desmantelamiento de las minas anti personales en nuestras fronteras, lo que no es un trabajo fácil y es muy costoso. Enterrar una mina antipersonal cuesta un dólar y desactivarla cuesta mil, e implica un considerable riesgo humano. Sin embargo, ya se han desactivado todas las minas antipersonales en la región de Magallanes y Antártica fronterizas con Argentina. Es cierto que han ocurrido algunos accidentes en la frontera norte colindante con Perú y Bolivia, donde quedan algunas enterradas en los desiertos, pero nuestros caminos están perfectamente señalizados, y se siguen quitando minas antipersonales en un proceso que culminará el 2007, de acuerdo a los tratados internacionales suscritos apoyando la apertura de fronteras en la región.
-Qué piensa de la salida del gas de Bolivia por Chile?
-El gas de Bolivia no es vital para Chile, porque tenemos otras varias fuentes energéticas que incluso en algunas zonas hacen prescindible el gas. Desde mediados del siglo XX hemos comenzado a aplicar energía nuclear especialmente en el área de alimentación, por ejemplo, para procesos de congelado, y múltiples otras aplicaciones en que el gas es innecesario. También se trabaja con energía solar: a lo largo de Chile tenemos industrias y, especialmente residencias particulares, cuya energía es solar; nuestras posibilidades de utilizar esta energía es incalculable, especialmente en el norte chileno, que es uno de los cinco lugares del mundo de mayor radiación solar, la de mayor intensidad y mayor duración anual. A partir de la crisis del petroleo de 1973 se otorgó prioridad en Chile a despertar estas otras energías dormidas que tiene el país, como importantes reservas de carbón por los desechos vegetales de bosques vírgenes aún y, muy en especial, su fuerza hidroeléctrica. La energía hidráulica que produce el agua es un recurso muy abundante, especialmente en la zona austral del país, por la abundante lluvia que presenta, la formación de lagunas glaciares y la creación de múltiples embalses; en todo Chile las fuertes corrientes de los ríos que bajan desde los Andes y de las cadenas costeras constituyen ricas fuentes de energía hidroeléctrica; pero que aún no pueden ser mejor utilizadas por las dificultades para acceder a dichas fuentes, lo que también corresponde al proceso de desarrollo. De hecho, el país cuenta con su propio petróleo. El primer pozo petrolero entró en actividad en 1945 cuando se inició la extracción de petróleo y gas natural en el Sur del país, donde los yacimientos más significativos se encuentran en la ribera norte del estrecho de Magallanes, entre otros, Punta Delgada y Pampa Larga, y en la Isla Grande de Tierra del Fuego, cuyos principales yacimientos son: Manantiales, Sombrero, Catalina Sur y Flamenco; el último sector en incorporase en 1976 a las actividades es conocido como Costa Afuera, ubicado en la boca oriental y alrededor del Estrecho de Magallanes, sus principales yacimientos son: Posesión, Mejillones y Anguila, entre otros, donde el hidrocarburo se extrae mediante plataformas que operan casi en forma autónoma, cada una de ellas recibe en principio el producto de 9 a 12 pozos y estas surten a través de cañerías submarinas conectadas a la Isla Grande de Tierra del Fuego o al continente. En la década de 1990 se inició la explotación de las reservas submarinas de carbohidratos de esa zona; hoy la industria se halla en pleno proceso de expansión y aporta un tanto por ciento importante del gas que necesitamos; también se han estudiado manifestaciones superficiales de hidrocarburos en Tarapaca, Antofagasta, Atacama, Arauco, Llanquihue y la Región de Los Lagos, que están en estudios básicos. En 1994 se inauguró el oleoducto transandino Neuquén-Concepción como proyecto binacional chileno-argentino. Su objetivo es el transporte del petróleo crudo desde yacimientos ubicados en la cuenca de Neuquén, Argentina, hasta el terminal situado en Talcahuano, desde donde abastece a ENAP y es exportado hacia Norteamérica, Perú, Taiwan, Brasil y El Salvador. De esta forma, por acueductos subterráneos que también benefician a Argentina y le permiten salida por el Océano Pacífico, podemos comprar y abastecernos de acuerdo a nuestra propia producción que no es poca: el propio petróleo chileno en diversos momentos de estas dos últimas décadas ha logrado abastecer el cincuenta por ciento de nuestras necesidades de consumo. El resto que necesitamos lo compramos, además de Argentina, a países tan diversos como Nigeria, Angola, Venezuela y Ecuador. En verdad, el gas de Bolivia para Chile no es necesario. Sin embargo, para nosotros es importante que toda la región florezca, y cualquier persona que sepa las cuatro operaciones matemáticas les indicará que para ellos lo más conveniente es sacar el gas por Chile porque otra cosa sería quitarle recursos al propio pueblo boliviano, que con gastos inflados para su transporte por otro lugar, solamente seguirá su práctica de no utilizar un recurso económico que el pueblo boliviano necesita, especialmente para elevar su nivel de educación que los saque del atraso que permite a los políticos de turno utilizarlos en su propio provecho.
-¿Cómo ha recibido la sociedad chilena el alto número de inmigrantes especialmente sudamericanos que han llegado al país?
-Son todos bienvenidos. Para Chile es una experiencia muy interesante. Eramos a comienzos del siglo XX un país inaccesible para el resto del mundo, incluso para nuestros vecinos inmediatos, separados de todos por el desierto, el mar, la cordillera y la nieve infranqueable. En comparación con otros países sudamericanos, Chile tiene una población más bien homogénea; los primeros colonizadores fueron en especial españoles durante doscientos años y muy pocos inmigrantes de otras nacionalidades europeas; la mezcla racial en el país es muy poca, y principalmente fue con los pocos araucanos apresados cuyos poblados antes del río Bío-Bío fueron arrasados; el mestizaje de ambos pueblos constituye más del 92% de nuestra población, en verdad somos más que nada chilenos. Por su lejanía, la inmigración europea a Chile no fue tan importante como en otros países de América; sólo a partir del siglo XIX inmigrantes ingleses y alemanes han representado una importante influencia, especialmente en la zona sur a partir de Santiago, donde también llegó población de Italia, Suiza, Yugoslavia y Francia, que han hecho aportes importantes, especialmente arquitectónicos. En la actualidad, menos del 2% de los habitantes son de origen europeo y sólo el 6% es indígena, en su mayoría araucanos concentrados en la región meridional de la Araucanía. Siempre fuimos una sociedad en que no tenía cabida alguna el vecino indígena; con la llegada de peruanos, bolivianos, ecuatorianos con sus vestimentas singulares, su música, su historia tejida en sus vestimentas, con orgullo bien puesto, nos obligó a volcar la mirada en lo nuestro, lo Araucano, surgiendo con fuerza un movimiento de rescate de lo chileno naturalmente expresado, en primer lugar, por la legalización de derechos que se han efectuado en estas últimas dos décadas y que fueron ignorados durante quinientos años, ha sido un proceso lentísimo aún en marcha. Sabemos que los pueblos araucanos chilenos fueron únicos entre los pueblos originarios de América al no permitir en trescientos años la entrada extranjera en sus dominios, desde el río Bío Bío hasta la Antártida; su espíritu está bien retratado por Alonso de Ercilla y Zúñiga en su poema épico “La Araucana”, el mayor homenaje que ha hecho escritor alguno a un pueblo originario americano. Su cultura y mitología se arrastra al pasado oscuro de la humanidad; tienen artesanías únicas, tejidos inéditos con su propio lenguaje de grecas en lanas fuertes del sur, tienen su propio estilo cerámico y una joyería en oro y plata que utiliza siempre la piedra nacional chilena: el lapislázuli. En gran medida, las artes y el sistema educativo chileno por su lejanía de los grandes centros poblados del planeta, ha tenido su propio desarrollo, pero con influencias de modelos europeos (Inglaterra, Francia y Alemania), gestándose una tradición cultural propia que a partir del siglo XX combina elementos de los pocos grupos étnicos que tenemos en relación al resto de América, cuya integración está terminando de completarse por esta expansión de las fronteras nacionales que nos ha obligado a mirarnos a nosotros mismos para ofrecer de lo nuestro lo mejor, y por supuesto lo araucano es uno de nuestros fundamentos.-Chile ha tenido un desarrollo que lo ha llevado a firmar tratados de comercio y culturales con todas las potencias de nuestra época. ¿Dónde radica la causa del alto crecimiento de su país?-En el país mismo; Chile es un país de bondades. Para una crónica económica que acabo de terminar de escribir para una revista, tuve que actualizar mis propios datos numéricos. En que salta a la vista de inmediato, por ejemplo, la calidad de potencia marítima que tiene Chile. Con más de 4 mil kilómetros de litorales, el mar le proporciona una importante fuente de recursos marinos renovables; así, uno de los sectores que registró el desarrollo más dinámico a finales del siglo XX fue la actividad pesquera, que estimulada por la Ley Central de Pesca en 1991, también asegura la protección de recursos hidrobiológicos y previene la sobre explotación, con marcados acentos de protección a las especies en extinción. Por ejemplo, Chile exportó salmón por primera vez en 1984, un total de 100 toneladas. En 1997 las exportaciones alcanzaron casi 110 mil toneladas. Hoy, cinco años después, Chile es el primer exportador del mundo de salmón, superando este año 2003 a Noruega, que mantenía el sitial. Aparte, el país exporta otros alimentos marinos como la trucha, el jurel, la anchoveta y el congrio, merluza, bacalao de profundidad, mariscos y crustáceos como el camarón y el langostino, ofreciendo algunas especies únicas como el loco chileno, que aquí en California se conoce como abulón, las langostas de Isla Juan Fernández y las ostras de Chiloé. Una gran cantidad de ciudades importantes del país son puertos, lo que facilita la extracción y el acceso a la infraestructura de explotación y procesamiento; parte importante de la pesca se destina a la producción de aceites y harina de pescado, y a la conservería y productos congelados de los cuales el país es líder en el mercado mundial, en un momento en que las empresas chilenas cuentan con alta tecnología y un elevado grado de especialización, lo que les permite operar a gran escala y con altos rendimientos, ofreciendo productos de elevado nivel. Chile cuenta con una serie de recursos naturales, explotados y no explotados, los cuales junto a un adecuado desarrollo tecnológico cada vez más han permitido acercarse a una mayor independencia económica y mejores condiciones de competencia en el mercado mundial. Nuestra producción nacional incluye variedades de cereales, patatas, aceite, vino, legumbres y frutas todo el año; excelentes maderas, ganado lanar, vacuno y caballar; el subsuelo es muy rico en cobre, oro, plata hierro, manganeso, azufre, nitrato, mercurio, plomo, estaño... Chile es el primer productor de salitre y litio, y segundo en yodo y molibdeno. Se ubica entre los diez primeros países productores de plata y oro. Aproximadamente un tercio de la producción de oro chilena es subproducto de la refinación de los concentrados de cobre, pero tiene yacimientos importantes como El Indio en la zona de Coquimbo, que hacen del oro el segundo mineral de exportación chileno, conformando un 3.6% del valor de todas las exportaciones del país. En el ámbito de los minerales no metálicos destaca el Salar de Atacama, con cuantiosas reservas de Potasio, Boro y Litio; el Litio es el mineral metálico más liviano que se conoce; fuera de su utilización en diversos procesos industriales de sinnúmero de productos como vidrio, aluminio, lubricantes y productos farmacéuticos, el litio se utiliza en reactores de fusión nuclear y en baterías. En la Segunda y Tercera región, Chile posee las reservas de litio económicamente explotables más grandes, equivalente en un 40% del total mundial. También existe Uranio, que es el material radioactivo fundamental en la generación de energía atómica. Las investigaciones indican que en Chile hay uranio en estado natural y también como subproducto de otros minerales. En principio se han ubicado vetas de uranio en Chuquicamata, Salar Grande y Bahía Inglesa; con seguridad, Chile cuenta con reservas que las prospecciones llevan a unas 2.800 toneladas métricas. También podemos ofrecer un mármol tan fino como el de Carrara y tenemos algunos productos únicos como la piedra lapislázuli, el árbol de sándalo y la araucaria. El país cuenta con excelentes vías de comunicación, carreteras, vías férreas, aviación comercial y flota mercante. En 1968 comenzó a operar la estación terrestre de Longovilo que comunicó todo el país vía satélite, hoy las escuelas están conectadas a Internet, y hay un alto nivel de exigencia educacional: los primeros doce años de estudio son obligatorios y existe el menor índice de analfabetismo de América, y quienes existen son pobladores de zonas poco accesibles aún por falta de caminos que viven en las islas del sur o en oasis de nuestros desiertos andinos del norte. El analfabetismo, por ejemplo, de inmediato invalida para competir en el mercado formal a los inmigrantes que llegan sin saber leer ni escribir, en especial de Ecuador, Bolivia y Perú, que llegan con sólo su mano de obra: para ellos están abiertas nuestras escuelas nocturnas y para sus hijos a disposición los mismos beneficios educacionales que se brinda a un niño chileno. Debemos decir que este factor educacional ha sido fundamental para atraer a inmigrantes, que buscan al final sólo bienestar y futuro para sus hijos. También encuentran seguro social y varios sistemas de pensiones de asistencia estatal accesibles a todos según sus necesidades. Para los profesionales que llegan hay una oferta importante de trabajo en los servicios públicos, es así como tenemos, por ejemplo, médicos cubanos, ecuatorianos, peruanos, argentinos, quienes luego de revalidar sus títulos en la Universidad de Chile, pueden ejercer sin problemas, abriéndose para ellos un campo enorme de trabajo por la cantidad de consultorios médicos existentes a lo largo del país.
Continúa Waldemar: “Por supuesto, estas ventajas atraen inmigrantes a un país que también se ha hecho legendario por poseer entre los hielos antárticos y las fosas naturales andinas la mayor reserva de agua limpia del planeta, además de su riqueza en cobre, el mineral con que naturalmente se asocia al país, porque Chile está formado de oasis que brotan en las faldas de montañas de cobre, que lo han convertido en el mayor productor y exportador de este metal en el planeta. Una de sus bocas de mina, El Teniente, clavada a dos mil metros de altura a tan solo 60 kilómetros de la ciudad de Rancagua, con más de 100 años de trabajo ininterrumpido, es la mina subterránea más grande que existe, y camino a sus entrañas se pueden ver las míticas cavernas de cristal dorado que citan las leyendas, que son grutas enormes formadas de piedras brillantes de cobre y oro y metales cristalizados hexagonales de 4,5 millones de años de antigüedad; las primeras aparecieron en 1973 y no se han dejado de descubrir otras hasta ahora: algunas parecen ser de puro cristal, azul, blanco, plateado, debido a un efecto de grandes bloques de minerales similares al cuarzo como mica, chalcantita y pilares de selenita: todas las cavernas camino al cobre son consideradas por los mineros como templos subterráneos donde el que logra llegar puede estar a solas con su otro yo y verse en los reflejos desde todos los puntos por sí mismo. Así es Chile, como el tam-tam que arranca del tambor de nuestras machis araucanas, que tiene en su sonido todos los sonidos, el primordial tam-tam-tam.
-A usted le acaban de conceder el Premio de Crónica Regional de Chile 2003, otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, por su obra “Crónicas de Antarktos”, que reúne sus escritos de la Antártica chilena (jurado: Virginia Vidal, Miguel Eduardo Godoy y Roberto Merino), ¿para un escritor chileno que significa un reconocimiento de esta índole?
-Es un enorme orgullo. Fuimos este año tres los premiados y es un honor ser reconocido junto a historiadores tan notables de Chile como son Fernando Emmerich Leblanc, autor de “La Tirana del Tamarugal”, y Dante Montiel Vera, autor de “Crónicas de Castro en llamas”. Quiero dedicar estas “Crónicas de Antarktos” como apoyo en la promoción de las regiones de Aysén y la Patagonia, como Patrimonio Cultural de la Humanidad ante la UNESCO, por su reserva de la vida y en defensa de su flora y fauna. La región de Aysén es por sus características geográficas y climáticas, una de las regiones más frágiles de Chile, esto debido a su reciente y complicada formación geológica, cultural, demográfica y socioeconómica. Es una de las regiones con mayores valores ambientales, transparencia, fauna y flora únicas y contiene una de las importantes reservas de agua dulce del planeta. Por estas y otras razones dedico este premio al sur de Chile.-Gracias.
© Joel Zilahy Bello, ARTEINC-México, Noviembre de 2003